Los sociólogos culturales del mundo deben repensar sus carreras en las aulas de la Academia. Irrumpe una nueva fuerza intelectual con la ventaja de disponer de una disciplina ferrea, recursos insospechados y ganas de ganarse varias medallas de oro.
En la teleserie molotóvica (que mantiene a 6 chicos en prisión preventiva por cuidar a su gato, calentar la casa, tomar too much pisco, reciclar trapos, leer literatura de basura, hacer mucho gimnasio, expresar sus dote pictóricos en rojo y negro, salir a caminar tarde y temprano, y cosas parecidas que suenan a una vida cultivada) el capítulo 'uups, y ahora qué?' comenzó con la plancha de que no había una asociación ilícita por lo que deben abarcar sus fuerzas investigadoras en buscar los orígenes de 'estas agrupaciones anarquistas'.
Por eso, se ha iniciado una etapa de 'serenidad'. La Nación -hoy- cuenta que el OS-9 de Carabineros "está confeccionando un catastro de los grupos denominados “tribus urbanas” que existen en Chile, a los que en su mayoría no se les atribuye acciones violentas o delictuales". Además, los porros de la Fiscalía están "analizando" el "Manual de Disturbios” de origen español, que se encontró en el lugar de la fábrica-que-nunca-fue-fábrica. Temas ochenteros, nada menos.
Esperamos anisosamente el resultado de tales papers que de seguro tendrán conceptos posmodernos, bastante bibliografía y pie de páginas al más puro estilo de un curso de Literatura Comparativa. Y la nota que le pondrán. Y qué tipo de metodología se usa cuando se analiza un manual.
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