29.9.06

Jovenes profesionales chilenos de la cultura, 4 molotovs y el asesinato nazi de un joven

Los avispados de Investigaciones encontraron que el boliche estaba sucio y mal ordenado. Al más puro estilo de suegra insoportable -de esas que pasan el dedo por los muebles-, el allanamiento descubrió –lo que parece ser la primera en las Américas- una ‘fábrica de molotovs’ en pleno Santiago. Gran escándalo.

Entre los presentes figuraban; una bailarina, una diseñadora en vestuarios, un sonidista, un administrador público, un experto en aire acondicionado, y un director de documentales.

Según cuenta el informe, había ‘materiales para armar molotovs’, 4 (!) molotovs ya hechos con “manual” incluido, y además, cintas de película digital que muestran un interés insucitado en eso de marchas estudiantiles.

A ver. Todo el mundo sabe que eso de una botella vacía, parafina y textiles en desuso abunda en cada hogar chileno. Es más, quien se da el tiempo para recorrer las protestas, y retratar sigilisiosamente, lo que es bastante aburrido, no puede si no tener un oficio increible y, agregándole, una paciencia infinita.

Pero lo que más llamó la atención fueron las pancartas, bien diseñadas, con leyendas ‘subversivas’. Y que algo tenían que ver con el anarquismo y los ‘okupas’.

Por eso, a los chicos los mandaron a prisión preventiva -de paso acusándolos de drogos- a la espera de que la Fiscalía proponga que son culpables de ‘asociación ilícita’.

Peludo. Porque una vez más se pone a prueba la libertad de expresión que nunca se ha respetado en Chile. No es que las Curvas estemos de acuerdo con lanzar ni armar molotovs (por miles de razones) pero que sean ajusticiados -a priori- por una cuestión que estipula que la asociación ilícita comprende (y que se puede leer como un manual de asalto a las empresas públicas en su proceso de privatización durante y después de la dictadura pero eso es otro cuento);
  • permanencia en el tiempo,
  • la diferenciación de roles,
  • el acuerdo de tres o más personas para delinquir,
  • un capital,
  • un lugar de reunión,
  • acreditar la real participación de cada imputado
ES UNA TOMADURA DE PELO.

Y ya que estamos en lo que la Ley estipula, un punk fue asesinado por un grupo neonazi hace algunas semanas. Y no es la primera vez que los jovenes hitlerchilejugend matan a alguien por las puras ganas. Y fíjense que su “lider” era nada menos instructor en un gimnasio dónde reclutaba a las camisas negras. Hecho archiconocido.

Con dos neuronas se puede ver que hay algo raro en todo esto.
4 molotovs no es una “FABRICA”. Hubo “alguien” que lanzó un molotov a La Moneda, ya identificado por los “documentalistas” de Investigaciones, según se dice, pero el boche sigue igual…

Con todo, el nuevo estrellato mediático de los conceptos (anarquista y okupas) aterroriza a la ciudadanía, que se imagina una avalancha de gestores culturales catapulteando botellas de pisco por doquier.

Sáquen la parafina de la casa (llegó la primavera), tomen menos pisco, dejen de fumar y trapeen el piso con papel higénico para no levantar sospechas de su propia fábrica hogareña. Y mantengan la casa limpia. Que ya hay una nueva moda instalada por Investigaciones de Chile.

UPDATE: Se nos olvidó el aserrín. Y bueno, en la saga del Teatro de la Botella Reciclada, los aún-no-inculpados cesantes de la Cultura,
afirman que "la parafina era para los malabares y el aserrín para el gato". Y ahora qué va a hacer la Fiscalía si tienen presos a una tropa suelta del circo que son catlovers? Cuenten con las Curvas que daremos amplios updates del asunto que huele a libro por publicar...

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