Dias contados

No hay nada tan seguro en la vida como la muerte. Y si superas -digamos- los 50 años, comienzan los descuentos, según la ciencia. Por eso, llama tanto la atención que exista asombro y recogimiento cuando muere alguien como Patricio Aylwin. Dejando de lado la cuestionable estatura moral del ex presidente (si quieren saber qué pensamos sobre Aylwin basta con pinchar aquí), no hay duda que poco le quedaba de vida terrenal. Y pensándolo, y puesto que ninguna ley o justicia se aplicaba al difunto, quizás su vida ya estaba en limbo y en camino al otro lugar que tanto le gusta imaginar a los católicos, ese mundo celestial (el mismo que de seguro, y según mito católico, también recibió a Pinochet -con o sin silla de ruedas-).

Anti Justicia Chilena sin medidas de lo posible

O sea, era un muerto vivo, no como nosotros, los peatones que si debemos cumplir con asuntos legales y no podemos andar armando golpe de estados cuando se nos dé la gana.

Como de costumbre, los avispados se aplicaron y se subieron al vagón del homenaje. Primero, La Moneda (reformitas más, reformitas menos) clamó tres días de luto nacional y armaron un show televisivo que tiene todos los detalles de un final de Miss Universo. Qué Santiago entero está embarrado hasta el techo, da lo mismo. Faustuosa celebración de un cuasi martir criollo, no puede detenerse. Aquí hay estandartes políticos que deben ser resguardados para no olvidar el relato burdamente tejido desde 1973 y que es una enigma para los/as jóvenes de Chile. Ni se han enterado.

Con usual diligencia y efectividad, los/as estudiantes de Chile (ahora ya vamos en la séptima generación…) han llamado a una movilización nacional (el asunto se llevará a cabo mañana). No obstante, y desde el Congreso, se le pide que repiensen la actividad ya qué en el país “no están dadas las circunstancias y el ambiente" para aquello.

Ante tamaña petición, los/as endeudados/as sesionaron hábilmente y decidieron que mejor no, que lo sentían mucho pero mejor seguir con su protesta.

Son los mismos parlamentarios que se auto declararon vacaciones pagadas, por unas cuantas semanas, para rezar y contemplar debidamente la muerte de Aylwin en un homenaje, digamos institucional, aunque tenga todos los rasgos de Miami Beach y/o un viajecito al Sure bien regado.

Y resulta simpático que se entienda como homenaje la flojera activa, en vez de trabajar más duro. Pero claro, es el Congreso de Chile, cuna del capeo.

En todo caso, y lo que realmente importa, es si acaso La Moneda tiene un protocolo para esto de ‘personas de importancia nacional que vendió al país a precio de huevo de la Transición ’ y si acaso hay un ranking de cuántos días de luto se aplicarán a un ya expandido grupo de selectos políticos de avanzada edad que nunca han enfrentado justicia terrenal alguna.

Por ejemplo, y aquí especulamos, si le pasa algo a Ricardo Lagos Senior -ponte tu en Mayo (justo cuando regresan los parlamentarios de sus vacaciones pagadas)-, se supone más de 3 días y se agrega también un lote de semanas de vacaciones pagadas? O, quizás sería asunto de ‘meses de luto’? Y si el Guatón Correa fallece? Sería solamente un día? O a ese lo entierran en el subterráneo, a callado y sin tanto circo? Tantas incógnitas...

La lista es objetivamente larga. De eso no hay duda. Entonces, para la planificación republicana de los transeúntes rasos, es importante saber -al ojo al menos- el ranking y su subsiguiente vacaciones pagadas que se tomarán los/as honorables, para así poder agendar visitas diarias a la iglesia y una que otra misa para que nuestra muerte insignificante nos pille confesados a TODOS.