CHILE2014: GOLBORNE SE REINVENTA

UPDATE más abajo!
La elevación a Santo del ministro de minería Larry Golborne será una de las pocas cosas que recordarán al gobierno de Piñera en 2010. Por cierto, una santidad accidental sin muerto ni milagro asociado.

Hace pocos días, en lo que el ministro suspira es "su primera entrevista política", Golborne habla sobre esto de que nunca quiso ser Santo (después del 'asunto del rescate de los 33 mineros) y que todo el cariño del pueblo, nunca lo buscó.

Golborne filosofea que es un regalo del juego del destino y una mera coincidencia galáctica:

"Me siento más cómodo en la vida del anonimato. Es curioso esto de causar tanto revuelo con una situación para la que uno no estaba demasiado preparado. Cuando uno no lo ha buscado, no se ha proyectado en ese escenario, es extraño."

Y tiene razón Golborne. En realidad, nadie quiere ser Santo. Es un trabajo a todas luces, aburrido. La galucha exige mucho en cuanto a la ética personal y se restringe cabalmente la/el radio de acción desde donde uno puede actuar. Basta con preguntarle al Santo Padre en el Vaticano para ver lo trabajoso que es eso de vivir a base de expectaciones anormales.

Quizás por eso mismo es que Golborne decide cambiar una situación extraña (pero santa) por otra, más cómoda. De ahí, la entrevista en El Mercurio, dada horas después de que se publica los resultados de la encuesta CEP.

Bien suelto de cuerpo, Golborne señala que el cariño santificador (la aprobación pública oscila por las nubes en 81%) lo catapulta, inevitablemente, a la esfera política.

"Obviamente ahora soy un político" reflexiona.

O sea, Golborne ahora es político porque así lo ha decidido el pueblo y no porque lo quiera ser.

Claro, Golborne no es cualquier político.

"Soy un servidor público. No significa que yo sea un político de trayectoria, pero ocupo un cargo político y eso obliga a comportarme como tal y a representar al Gobierno...

Me defino como una persona común y corriente. De pocos amigos pero profundos, aunque con muy buena relación con mucha gente. Creo que tengo esas características de responsabilidad, compromiso y de trabajo que a uno le inculcan desde pequeño. Creo mucho en el esfuerzo personal. Me gusta la gente que se compromete con lo que hace, no me gustan los pusilánimes. Me agradan las personas que tienen ideas propias y que las defienden legítimamente. Soy muy abierto y pluralista. No tengo problemas con la discrepancia."

Golborne es tan diferente a los políticos (facilmente el gremio más odiado del país) que necesita recalcar -además de su situación accidental- su nula militancia en uno de los partidos de la Alianza:

"No he militado nunca en un partido político, no he tenido nunca la inquietud, nunca he estado en política antes y no soy un estudioso de la política...No entiendo por qué podría ser necesario. Creo que esa es una opción personal que cada uno tiene que evaluar y ponderar. Yo no lo he considerado nunca de mi interés. No veo tampoco que nadie milite en un partido por necesidad. Creo que uno tiene que militar en un partido por convicción."

Golborne también opina sobre el pasado (sin responder si votó por el SI o el No):

"...es muy importante la alternancia en el poder; sin embargo, he sido siempre un hombre de centroderecha. Pero no vale la pena seguir discutiendo sobre 1988. Es volver a la dinámica endógena de hace veinte años, a la del Sí y el No. A la lógica de la dictadura. La verdad es que yo converso con mis hijos, la mayor tiene 26 años, y sus preocupaciones son otras. Sin embargo, todavía hay sectores del país que están pegados. Yo creo que hoy día eso no tiene mayor relevancia."

Aquí en el think tank de las CURVAS, siempre hemos sospechado de ese afán apolítico que cultiva el buen ministro. Bueno, sospechamos de todo aquello que se dice 'apolítico' pero opera en la política. Y dudamos abiertamente de la destreza de Golborne ya que lo que ocurre con los 33 mineros, ocurre bajo su mandato en el ministerio sin contar que, aproximadamente, ha muerto la misma cantidad de mineros que los rescatados, en 2010.

Golborne, insistimos, es un político nato, natural y muy cuidadoso. Su primera tarea en el ministerio fue proponer la venta de los activos de CODELCO. 

Ahora bien, sabiendo que debe dar el salto desde simplemete ser 'un santo accidental' a 'un político conciliador', Golborne prefiere que sea por una suerte de voluntad popular más que por un cálculo electoral. Por supuesto que no hay nada mejor que llegar a la cumbre de la presidencia por obligación que por ambición personal.

"La chusma habló" tal como dijo alguna vez el ex presidente Alessandri. Si antes se hacia desde escenarios, hoy la televisión hace el mismo trabajo populista. Falta solamente que Golborne declare su cariño por su 'querida chusma' y acuse a la 'canallada dorada', y Chile tendrá su Santo-político.

UPDATE: Debido al aporte (un poco cargante pero genial de Marco en los comentarios) hemos decidido bautizar al buen Golborne del -redoble de tambores- EL LORD LARRY DE CALAMA en honor al mentado León de Tarapaca. Comuníquese, enviese y postéese.