Lingotes de oro...sin dueño

Y ya no sorprende. Según la sabia de la familia, ya cuando torturaron al primer humano, se sabía que tipo de calaña era Pinochet (y sus amigos). Con Riggs, las miradas de otros latinos y seres autóctonos de Washington, era de lástima y a una le daba vergüenza patríotica. Pero esto de lingotes de oro, METIDOS EN HONG KONG, es too much y ya la fama de ser ladrones primitivos apiratados es patente.

Se sabe que los “documentos” aparecieron el 13 de octubre (hace 13 dias atrás, ehem). El máximo de MINREL, Foxley Fox fue avisado y notificado. Todo bien hasta que se fuga el asunto a la prensa. Preguntamos a un cercano experto del Wall Street que si acaso se tenía que pagar “arriendo de bóveda” por las 9 toneladas de oro, y nos dijo que si, y que era cuestión recara. O sea, alguien debía pagar por el alojo del oro, sino como que de a poco el oro pasa a manos del banco…

Y por eso que los pillos de HSBC ni porsiaca piensan decir que los “documentos” son reales, verídicos, firmados, válidos. Au contraire, han puesto cara de asombro, y como se escudan en eso del “secreto bancario”, no es que uno los pueda obligar a devolver los lingotes al Estado de Chile (cosa que es legal). No, no, no. El tesoro del amnésico, que no recuerda que tiene una cuenta en Hong Kong (cuestión que aseguramos no le contó a los hijos buenos-para-nada-y-ampliamente-mantenidos-por-quienes-gusta-pinocheques porque se la podían farrear), ahora esta en el aire. O sin dueños. Para un banco, qué se puede esperar...