4.12.05

Longueira bajo el bisturí



Foto 1: La intervención electoral menos pública de Chile. 17.000 estudiantes es cómo 110%. Matematicamente imposible.
Foto 2: Remozado y renovado.
¿Qué se hizo Longueira en la cara? ¿Una lipo, un corte, un estirón? Cómo se veía raro, en nuestra ociosidad resfriada, comparamos fotos de ANTES (tipo 2003) con las de ahora (de la campaña ‘Vota ganador/Palabra que vale!’-sitio enfermo de perno), y hay algo. Un ‘no sé qué’ sospechoso. Faltan algunas arrugas que podría explicarse con una subida de peso (hay más panza) pero la lucía antes también. Quizás utilizó el dinero que le debe al fisco en la cirugía y descontó, habilosamente en su declaración de impuestos, el mismo monto por ser ‘razones de trabajo’ [Cuando fue presi de la UDI logró 52 millones de pesos en un puesto ad honorem!]. Ultimamente se ha dicho que lo peoooor que le puede pasar a la UDI (partido en tremenda decadencia moral) es que Longueritis pierda su senaduría. Además, estaría en peligro su candidatura presidencial para el 2009 (cosa que aseguraría al público chileno un reposo del repitete Lavin). Nada más equivocado. Pablito (que es bastante odioso) es cómo un VicePresi que ha negociado -entre otras cosas- ciertos indultos presidenciales. Desde tiempos (1982) en que osaba tildarse presi de la FECH mientras sacaban a los estudiantes de las aulas para matarlos, Pablo ha mantenido esa convicción ‘política dictaturence’ que hoy transformó astutamente en ‘salvador de los pobres’. Es un chico que cree firmemente en la mano dura del Estado, que raya peligrosamente con la ideologia del Fasce italiano. Cuenta con una reverencia insospechable entre ‘los jovenes profesionales’ de los Talleres Bicentenarios y jura que puede hablar con los muertos. Cuando Novoa (presi de la UDI) fue acusado de pedofilia, Longueira se instaló como el personaje más freak en la prensa. Según él, hablaba de vez en cuando con el Jaime Guzmán (ideólogo de la UDI) que remitía consejos desde el más allá. De ahí que lo tildaron ‘quien peina la muñeca’. Fue una de las cosas que hacian creer en una cierta autonomía de la Moneda, y de una cierta democracia al interior del conglomerado de la derecha. Desde luego, poco ‘cierta’. Siendo que, en la actualidad, los partidos no entusiasman a nadie, la UDI cuenta con una base militante que le gusta a tipos que hablan con garabatos sin pelos en la lengua (vease la poco fina Matthei), y que llevan trasnochadamente el estandarte de luchar contra el comunismo (¿!). En algún momento, hubo un escándalo entre Pablito, la Matthei y Piñera que parecía pelea triangular amorosa. Quizás, el Botox en el rostro de Longueira, quiere competir con el de Piñera…

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