¿Para qué nos sirve "modernizar" cuanto fierro armamentista y flota naviera si no los ponemos tras una protesta diplomática? ¿Y para qué alegamos un pedazo de la Antártida si no estamos dispuestos a defenderla y protegerla?
Con bombos y platillos, y hasta una actriz guapa invitada, Chile se declaró zona libre de caza de ballenas en 2008.
Ahora, en medio de conversaciones entre los países dentro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), Japón volvió a zarpar unos cuantos búques para ir a cazar ballenas en -redoble de tambores- Santuario Ballenero Austral, en las aguas que rodean la Antártida.
El Santuario Ballenero Austral es una zona de protección creada por la CBI en 1994, donde está prohibida la caza con fines comerciales. La demarcación del área fue votada por los países miembros de la comisión a excepción de Japón.
Desde que la CBI aprobó la moratoria para frenar la caza comercial en 1986, Japón capturó más de 8.000 ballenas en el área que luego fue declarada santuario. Y si sumamos las capturas de Islandia y Noruega, se llega a 20.000 ballenas muertas.
Se estima que en la última temporada, Japón cazó más de 300 ballenas hembras y de las cuales 63% estaban preñadas.
No hay duda de que las operaciones de la flota ballenera japonesa en el Océano Austral constituyen una amenaza para el delicado ecosistema antártico, no son económicamente viables y dependen significativamente de subsidios gubernamentales.
Llevamos una semana (!!!) desde que Japón mandó a sus búques a cazar ballenas bien lejos de sus costas y bien cerca de las nuestras y aún, La Moneda y la presidenta Bachelet, en un silencio absoluto.
Contrasta tamaño silencio con la teleserie y gritos de exigir respeto en el affaire de Jaime Bond peruano...
Y que no vengan con que hay que negociar algo o esperar que el presidente de la CBI, el comisionado chileno Cristián Maqueira, resuelva algo insolucionable.
Japón hace lo que quiere porque ningún país le frena su flota.
Si la presidenta Bachelet realmente cree en la soberanía de Chile y en que se respete los tratados nuestros, pues bien, que mande la flota chilena (con o sin misiles nuevos) al Santuario Ballenero Austral y emita -simultaneamente- una fuerte protesta diplomática a los japoneses.
Y si Bachelet no lo hace, no sigamos con el show en La Haya (very expensive) y entreguemos el norte de Chile, a Bolivia y Peru ya que una política exterior debe ser pareja en todos los ámbitos y a todo momento.
24.11.09
La ballena sin defensa chilena?
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por
Montserrat Nicolás
at
14:29
Categorias
Bachelet,
Causas,
Defensa de Chile
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9 comentarios:
Hay que hablar con el capitán planeta
No pudiste decirlo mejor estimada.
Encuanto al capitan planeta... CUEEECK!! Está demasiado ocupado mirando su foto y pensando en la grandeza de su ombligo.
Nuestra presi estimada Monse está solo preocupada de que gane Frei en 2ª vuelta y de no bajar un milimetro su "buen" ¿? nivel de adhesión popular. Este problemita con Perú y las ballenitas son tema para el próximo presidente.
Saludos
Totalmente de acuerdo. Aunque para que estamos con cosas, Chile es pura palabra bonita, se las da de tigre siendo gatito, y es obvio que para no pelear con el león, mejor se queda callado!
Estoy de acuerdo con Emilio. Estos problemas solo se podrán resolver con el próximo presidente. La actual mandataria no está para las "duras", eso se lo deja a sus ministros, ella solo sabe cortar cintas, hacer viajes, sonreir y asistir a cuanto evento con cámara donde la puedan aplaudir.
Bah que le va a interesar la soberania a los whiskierdistas, mientras tengan su caviar, su departamentito en paris y sus aires de superioridad moral frente a los fachos de pueblo o a su amada chusma... que quieren bien lejitos chile se puede caer a pedazos.
Y esta vez no me borre el post
nervio:
no borro jamas comentarios al menos que sean spam de viagra.
no se desubicado
Y uno donde maltrate a unos judicirijillos como dos meses atras
(si el post esta y fui yo el pajaron que no lo vi te dare las disculpas correspondientes)
Ya veremos si para la celebración del Bicentenario, Chile avanzará hacia la protección efectiva de sus ecosistemas marítimos o si los próximos 200 años dejaremos que las aguas del hemisferio sur se conviertan en la reserva mundial del inagotable apetito japones por las ballenas y recursos marinos.
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