26.6.09

Chile y el tercermundismo

Mientras el siempre bueno para la autoreferencia, el ministro Velasco comete la siutiquería más vulgar al decir que "pronto estaremos en la OECD" (es decir, entre los paises industriales very desarrollados), en Chile pasaron 2 cosas que valen la pena mencionarse:

1. La gigante ministra de educación Moniquita Jimenez recibe a los pastores evangélicos, curas católicos y religiosos variopinta en su oficina para conversar sobre un miserable folleto sobre la homosexualidad. Creemos que todos menos la ministra sabían de qué hablaban...

El resultado fue la clásica homofobia institucionalizada de la cual Chile poco habla cuando anda de gira en terreno internacional. Echó, ante la mirada satisfecha del clero, a la encargada del folleto (un folleto que está bien bueno; diseño bonito, claro y vistozo).

2. Se inició la ronda número 1035 sobre la famosa pildora del día después. Situación que nos ganó un titular en la BBC llamada "Chile se queda otra vez sin la pildora", haciendo caer al populacho en la discusión ridícula si acaso es "abortiva bla, bla, bla" o no lo es. Nuevamente, no hablamos sobre el misero DERECHO PLENO DE LA MUJER DE DECIDIR.

¿Quién le cuenta a la OECD? ¿La Karen Poniachik? Dificil, ya que peligra el puestazo que busca Andrés Velasco en el exterior.

5 comentarios:

DeSolyLuna dijo...

Es cierto, vamos a seguir siendo un país bananero con un poco de plata, en la medida que tengamos en puestos estratégicos a los de siempre. Los del inagotable cuoteo, uno que otro tecnocrata, alguna Ministra con mucha buena onda o simplemente personeros realmente perdidos en el espacio o voceros bien adiestrados. Antes que se me olvide y las fuerzas armadas llevándose todo para la casa o los jefes máximo del PDI ignorantes(encubridores) de hechos atroces. País Bananero, lástima que no exportamos bananas

socióblogo dijo...

Esta frase es notable "vinimos a decirle respetuosamente a la ministra que en nuestra opinión lo que ha ocurrido es grave: el Estado no puede prestarse para promover conductas contrarias a la moral".

O sea el Estado no puede prestarse para ir contra la moral, pero sí debe estar abierto para escuchar y hacer propios los eternos quejidos y lamentos de una moral particular, la cristiana.

Aaah (suspiro), a Chile le hace falta un nuevo Carlos III...

DANIEL dijo...

HOLA MONSE,Soy otro de tus admiradores. Sé que no es el tema pero me quedé esperando tu opinión sobre nuestros periodistas fan que abundan por estas comarcas, se que fueron bien criticados por allá, pero en el reino son nuestros "top periodistas". ¿Cómo la viste "in situ"?
Felicitaciones como siempre.
Cariños

DANIEL

Juan Cuevas dijo...

¿Terecermundista? Tanto como USA en lo que se refiere a laicismo.

venus (en el pudridero) dijo...

Juanito, quizás no es perfecto, pero Estados Unidos sí cuenta con protección de la autonomía de la mujer, y ha hecho impresionantes avances en la defensa de la dignidad y derechos de las minorías sexuales. Así que partimos ya con una comparación falaciosa.

Por lo demás, al contrario del sistema constitucional chileno (escrito por Jaime Guzmán y compañía), la constitución de Estados Unidos (el "horizonte de lo posible" en ese país) se centra en la idea de pluralismo laico. Una idea que se encuentra total y completamente imposibilitada desde el marco legal chileno, por cuanto este se basa en nociones totalitarias de la función del Estado, y opera en la lógica del derecho divino (lo que se enseña en la PontiCato como "derecho natural").

Parece muy lejano, pero Estados Unidos fue diseñado por un grupo de "iluminados" agnósticos y panteístas. Si en la práctica ese sistema ha sufrido bajo la llamada revolución conservadora de los noventa, también es cierto que es posible revertir ese daño, tanto por el modo en que opera la jurisprudencia y por cuanto el electorado de ese país a cambiado de manera radical en los últimos veinte años.

Si lo que quieres decir es que no necesitamos a Estados Unidos como modelo, estoy de acuerdo parcialmente. Pero creo que debemos admitir el que podemos aprender mucho del imprimatur laico de su estructura política. El lema de Estados Unidos no es el "In God We Trust" que aparece en su moneda. Esa es retórica imperial de posguerra (desde la administración de Dwight D. Eisenhower, en particular) de disputable origen.

El lema en el sello de Estados Unidos es "E pluribus unum" que quiere decir "De entre muchos, conformamos uno solo." Estados Unidos es, por antonomasia, un país donde el pluralismo laico es el horizonte de lo posible -- la cuestión es cómo lo llevas a cabo.

En Chile, en cambio, no existe el pluralismo y no puede existir bajo el orden constitucional imperante. No es comparable.