15.5.09

Tenemos locos a los MAPUCIENTOS.

Siempre nos sorprende que alguien nos lea. Y aunque suene a humildad falsa, el empeño de las Curvas -su leitmotif- es que todo el mundo se entere. Nos imaginamos que es por la misma razón que justo hoy, los MAPUS se tomaron LA SEGUNDA. Claro, conociendo los abuelitos ya en edad para jubilarse, estos apuntan a otra cosa que no es más que su propia relevancia. Y siendo que ser desmemoriado es una condición necesaria para pertenecer al mítico club de los old boys, crean un resultado confuso.

Hace poco, el artífice autoproclamado filósofo de la transición, Enrique Correa sacó una encuesta que estaba 'mala' (las cifras no cuadraban con el mes en terreno o algo así) y logró construir todo un temita sobre si acaso era 'acertada'. En la mentada encuesta, cierto candidato a la presidencia sacaba un apoyo ciudadano considerable...

Hoy, el secretario general de la OEA (nuestro querido Panzer), no se aguanta opinar desde su cómodo espacio en Washington DC sobre el mismo tema: lo que se ha llamado con poca creatividad, el 'fenómeno Marquito'.

Con claras señales de que aún le pesa el hecho que tanto hizo para ser PROCLAMADO el actual candidato de la Concertación (en vez del ex presidente Frei) pero no se atrevió, Insulza declara (bien suelto de cuerpo) que los chilenos "nos hemos acostumbrado demasiado al sistema binominal...se hace alharaca con cualquier cosa que pasa..." Enseguida declara que tamaño fenómeno puede significar que gane Piñera y lo asocia -sin querer, of course- con la elección de Allende y todo el "desorden" que vino después.

Mientras tanto, y en el mismo pasquín, el mister Tironi (listo para jubilar gracis al millonario contrato con el BID) especula que quizás el "fenómeno" impulsa un momento horrible donde "l
as visiones que campean en el debate político son las de un país que se desintegra en la mediocridad y la procacidad, lo que tiene poco que ver con los sentimientos del país real" y por ende, dice el millonario Tironi, "hemos llegado a un estado donde la política se desacopla totalmente de la sociedad, creando un mundo propio, como si ella fuera un gran reality..."

Uy. ¿No será mucho enojo para tan débiles cuerpecitos? ¿No será too much cinismo para tan poca neurona?

Pero el miedo ya está instalado. "Si sigue Marco Enriquez-Ominami en la carrera", repiten cuanto funcionario público (con los cuales nos hemos topado en esta semana en Chile), "esto equivale al diluvio mismo: un gobierno de derecha en La Moneda".

Veremos cómo se presiona para que la GRAN Y DECIDORA encuesta CEP, sea la única que valga para los analistas criollos. Ya intuímos las cifras...

Por ahora, nos alegramos el dolor que les provoca una candidatura sin mapucientos a los mismos mapucientos. E imaginamos con mucha acción, cómo deben soñar de ser congregados para dar sabios consejos y asegurar de esa forma, que siga un gobierno de derecha en La Moneda.

Lamentamos comunicar que ese espacio ya fue ocupado por Expansiva.

Disclaimer: No somos como Tironi que nunca pone junto a sus textos que es el co-jefe de la campaña presidencial de Frei. Las curvas -como es bien sabido- asesoramos sueltamente a Marco Enriquez-Ominami. ¿Ves Eugenio? No es tan dificil dar la cara.

3 comentarios:

Juan Cuevas dijo...

Como ves, Monserrat, la encuestitis porcina llegó antes que la gripe. Esa epidemia se declara cada cuatro años en Chile, es un virus al menos conocido. Tiene ADN de voluntarismo, desesperación, manipulación.

Ojalá las cifras de Marco sean reales, pero no debemos pecar de ingenuos. Lo primero es la inscripción. Luego le tomamos el pulso a la opinión pública.

venus (en el pudridero) dijo...

Efectivamente, la encuestitis es lo que es: la gripe porcina de la época electoral. Es puro pánico. Pero también es tema, por lo tanto creo que requiere un poquito más de análisis. Pensémoslo, quizás, desde la persistencia de la encuestitis. Esto es, en su uso como evidencia de lo imperceptible.

"Marco no es un fenómeno extra Concertación, sino un fenómeno de la Concertación”. Correa dixit. Pero entonces, por qué la necesidad de en-marcar a Marco dentro de la Concertación, si es tan evidente? Arrate sale en La Nación diciendo más o menos lo mismo. También Navarro.

Los motivos de Correa (y el resto) son obvios. Sin embargo, lo que debiera llamarnos la atención es el hecho de que ese punto PUEDE ser hecho de manera convincente. Eso es algo que debiera encender alarmas en la campaña de Marco.

Analicemos la representación en los medios del primer lineamiento concreto que emerge de la campaña: reforma tributaria, etc. El desgloce de lo que propone nos muestra algo a lo menos interesante. En totalidad, es un programa ambicioso, más allá de lo que se piense en lo inmediato.

Esta era la hora de Marco: hora de lucirse y echar pinta con su equipo de lujo. Sin embargo, y partiendo por el título mismo de la noticia, el momento fue MUY MAL recibido: léase la reducción "MEO propone privatizar empresas públicas."

No podemos pedirle integridad a los medios de comunicación en Chile, particularmente en la comunicación de ideas complejas. Pero, ¿por qué resultó tan fácil dar vuelta la jugada de Marco? Esta fue agarrada tanto en la Concertación como por los otros candidatos de la izquierda para mostrar cómo M.E.O. es de hecho más de lo mismo.

He aquí la conección con el problema de las encuestas. La pregunta omnipresente (el magnum mysterium detrás de la persistencia de la encuestitis) es, qué significa su 14% (ó 10%, ó lo que fuere).

Si efectivamente se trata de un "fenómeno Concertación" (algo que su campaña desmiente) entonces, ese es un número "transferible" al candidato de la Concertación (nótese también la ficción de la transferencia del número). La tarea de Marco entonces resulta en transformar su (muy imaginario) número en un referente concreto. La falta de la campaña ha sido su incapacidad de realizar esto de modo convincenete.

Hay un serio problema en el manejo de comunicaciones de Marco (partiendo por el website, que no solo está feísimo, sino que también disfuncional desde el punto de vista de diseño). Pero el problema no es sólo del area comunicaciones.

El problema es del producto mismo. Marco tiene que decidir cuál es su relación con el proyecto concertacionista. No resulta convincente el que se posicione como el candidato del hastío al mismo tiempo que escoja ser el legado de la Concertación (léase el comienzo del "Decálogo"). El problema de Marco es un problema edípico. Y esta es la hora del quiebre. Los costos de no realizarlo son demasiado altos.

Montserrat Nicolás dijo...

cuevas:
cualquier epidemia que sea real la preferimos ante un enfermo imaginario

venus:
clap clap clap

nos honra.


saludiens