Foto:Reuters. Miche, perdónalo!Ya ni lo esconden. La pasión brota hasta en la forma cómo posan ante las cámaras. Y no cabe la menor duda, aquí hay gato encerrado...Y por qué no? si la presi es soltera, simpática y el Chavez machote raudo y bueno para el payaseo. Y si lo ponemos de forma oportunista, y si es que se sostiene la pareja en el tiempo, podemos hasta sacar cuentas alegres. El país se beneficiaría con embarques petroleros a buen precio y las delegaciones venezolanas inundarían el gris de Santiago con su alegría (saludos a nuestros amigos caribeños!).
Se dice y se comenta que se juntaron. Ya que los pechones de la seudo derecha chilena y la democracia cristiana ni por nada quería verlos juntos y abrazados, hicieron lo que cualquier adolecente hace, se reunieron "oficialmente" con los cuidadores de la virginidad, es decir, sus cancilleres.
Pero después, informa la prensa ya casi sin aliento, la "visita" siguió "a puertas cerradas" por más de una hora. Nada de prensa y nada de Foxley.
Acalorados salieron los dos y enseguida, Chavez le regala un collar. Y ella dice que quiere:
"respeto para seguir manteniendo las mejores relaciones (...) no es una cuestión de tamaño, que somos...pequeñ(as)" y que se haga "respetar la diversidad (...) en un clima de (...) amistad" y que "aspira a tener las mejores relaciones con la República Bolivariana de Venezuela" lo cual "no nos impide tener diferencias" porque "las hemos tenido en el pasado y seguramente las vamos a tener en el futuro".
Chavez, demostrando su buena disposición de típico novio retado, arrepentido comenta que quiere "solventar cuanta diferencia puede haber en el escenario, sortear cuantos obstáculos pueden aparecer en el camino y marchar juntos hacia destinos mejores" y mirando al chaperón Foxley, rogó que no se preste "atención a las provocaciones de quienes pretenden alterar la [idílica] relación".
Pero el amor pudo más, y siguió con que la Bachelet "lo honra verdaderamente, lo digo más allá de cualquier palabra que uno ande buscando para congraciarse o para quedar bien".
Foxley, alertado por el engaño, no se aguantó y reclamó (al más puro estilo de la tia que encuentra que el niño no "es para ella") que "los caminos de Chile y Venezuela no son iguales, son distintos, y tenemos que aprender a respetar los caminos que sigue cada país y [los] que están detrás de cada país".
Pero ni eso o lo otro podrá parar el amor incontrolable que vibra cuando ambos se juntan. Si bien la presi lucía un tanto distante (sabemos que el enojo es cercano al cariño) su ternura lo combate todo. Invitó a Chavez para que pasara unos días en Chile...
Foxley, déjalos seeeeeer! Que la política exterior puede ser romántica !
Se dice y se comenta que se juntaron. Ya que los pechones de la seudo derecha chilena y la democracia cristiana ni por nada quería verlos juntos y abrazados, hicieron lo que cualquier adolecente hace, se reunieron "oficialmente" con los cuidadores de la virginidad, es decir, sus cancilleres.
Pero después, informa la prensa ya casi sin aliento, la "visita" siguió "a puertas cerradas" por más de una hora. Nada de prensa y nada de Foxley.
Acalorados salieron los dos y enseguida, Chavez le regala un collar. Y ella dice que quiere:
"respeto para seguir manteniendo las mejores relaciones (...) no es una cuestión de tamaño, que somos...pequeñ(as)" y que se haga "respetar la diversidad (...) en un clima de (...) amistad" y que "aspira a tener las mejores relaciones con la República Bolivariana de Venezuela" lo cual "no nos impide tener diferencias" porque "las hemos tenido en el pasado y seguramente las vamos a tener en el futuro".
Chavez, demostrando su buena disposición de típico novio retado, arrepentido comenta que quiere "solventar cuanta diferencia puede haber en el escenario, sortear cuantos obstáculos pueden aparecer en el camino y marchar juntos hacia destinos mejores" y mirando al chaperón Foxley, rogó que no se preste "atención a las provocaciones de quienes pretenden alterar la [idílica] relación".
Pero el amor pudo más, y siguió con que la Bachelet "lo honra verdaderamente, lo digo más allá de cualquier palabra que uno ande buscando para congraciarse o para quedar bien".
Foxley, alertado por el engaño, no se aguantó y reclamó (al más puro estilo de la tia que encuentra que el niño no "es para ella") que "los caminos de Chile y Venezuela no son iguales, son distintos, y tenemos que aprender a respetar los caminos que sigue cada país y [los] que están detrás de cada país".
Pero ni eso o lo otro podrá parar el amor incontrolable que vibra cuando ambos se juntan. Si bien la presi lucía un tanto distante (sabemos que el enojo es cercano al cariño) su ternura lo combate todo. Invitó a Chavez para que pasara unos días en Chile...
Foxley, déjalos seeeeeer! Que la política exterior puede ser romántica !
Foto:Reuters. Los futuros novios...
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