Las elecciones de Colombia fueron bastante difundidas como una “que verdaderamente frenaba la avalancha de los izquierdistas” de las Américas.
Puras tonteras, of course. Ultimamente la región ha sido objeto de profundos escrutinios por parte de los aburridos de siempre, léase cientistas políticos de diversa índole. No hay conferencia, seminario o congreso que no invoca nuevas teorías al respecto. Claro, se olvidan que hace poco, muy poco, eso de las dictaduras era cuestión de décadas y que en realidad no era un afán bestial de los militares sino mucho más un cambio prolongado de no solo la cultura cívica de cada país sino además, de sus estructuras económicas. Archiconocido.
La cuestión es la siguiente. No ha habido ningún cambio drástico de las políticas económicas de los gobiernos americanos. Lo único es que la casita alba no le ha importado mucho lo que sucede al sur del nuevo muro chino que buscan construir. Es más, el tema es la seguridad y el famoso ‘Plan Colombia’ que abarca, además de Colombia, Perú y Bolivia. Las avionetas fumigan de lo lindo las cosechas y uno que otro bosque nativo, los paramilitares son amos y señores de partes de un país, y bueno, Uribe, siempre el inaguantable Uribe, hizo lo que mejor hace, cambio nada menos la Constitución de su país para poder ser reelecto. Basicamente se trata del trauma del hombre latino mesiánico, de que solo él puede asegurar un futuro mejor (sin comentarios en el ámbito chileno presidenciables 2008).
Y fue reelecto. Y todos aplaudiendo la ‘democracia’. Ehem. Miremos por un momento las cifras. Colombia es uno de los países con menos gente que va a votar. Menos que los latárgicos de EUA, EU y hasta España. Curioso.
La gran noticia es que hay una izquierda-social-demócrata que se llevó más del 23% de los votos y eso es como un milagro, según los entendidos.
Y aquí se preguntan, será hombre para tanto afrecho?
3.6.06
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