"Ya es tiempo que la opinión pública conozca un capítulo desconocido por ella y que tuvimos la oportunidad de vivir cuando se aprobó el Tratado de Integración Minera entre las Repúblicas de Chile y Argentina. Se trata del lobby ejercido por la firma Barrick Gold para obtener la aprobación de dicho Tratado, que le permitiría la explotación de oro en la zona transfronteriza del yacimiento conocido como Pascua-Lama, esto es, Pascua, en el lado chileno y Lama, en el lado argentino.
La oposición del Presidente de la Comisión de Minería del Senado -a la sazón Jorge Lavandero- preocupaba a las transnacionales, pues ponía en peligro la aprobación del Tratado. Nótese, que entre otras cláusulas lesivas para el interés nacional, la Comisión Administradora del Tratado, gozaba de un poder prácticamente supranacional sobre la Cordillera de ambos países. Era evidente que Barrick no podía arriesgar el rechazo del Tratado, por lo cual a través de la empresa de lobby Extend, que en esa época tenía como socio principal al Sr. Marcelo Trivelli Oyarzún, ex Intendente de Santiago, invitó a reunirse en diferentes ocasiones al Senador Lavandero. Reunión que finalmente se efectuó y a la cual, bajo condición previa del Senador, asistieron sus asesores. La cita se efectuó en el restaurante “La Maison de France” donde llegaron Sergio Jarpa y el abogado José Antonio Urrutia por Barrick Gold y los lobistas Marcelo Trivelli y Pilar Velasco por Extend. Durante la cena, en su entusiasmo argumentativo, el abogado de la empresa, José Antonio Urrutia, afirmó que su conocimiento sobre el Tratado Minero provenía del hecho que durante la década de los noventa, Barrick había estimado fundamental la existencia de instrumentos jurídicos que la habilitaran para explotar en óptimas condiciones un yacimiento de oro transfronterizo, situado 80% en Chile y 20% en Argentina, y que podía calificarse como uno de los más grandes del mundo. Por lo tanto, con el ánimo de preservar sus intereses la empresa, no sólo había sostenido desde hacía varios años, un diálogo (léase lobby) con las más altas instancias administrativas y políticas de Chile y Argentina para viabilizar su proyecto, sino que además había redactado el Tratado Minero (sic). Como lo comentamos a la salida de esta reunión, lo sorprendente de todo este montaje no fue sólo la declaración, que los gobiernos de Chile y Argentina, debían firmar un Tratado que había sido concebido y redactado por la transnacional, y que le convenía como anillo al dedo, sino que además esto se hacía a vista y paciencia del Congreso y la opinión pública nacional. En el intertanto, el Senador Lavandero encabezó la oposición al Tratado en el Congreso y en el país, recorrió el territorio nacional de un extremo a otro, alertó a los trabajadores, a sus sindicatos, en fin, buscó el apoyo de la ciudadanía, frente a un Estado que dimitía alegremente de su soberanía. Nada de eso bastó pues, contra el voto de algunos senadores de derecha e institucionales, el Tratado fue aprobado con los votos de la Concertación (1997).
Sin embargo, el triunfo de la Barrick y sus lobistas chilenos fue de corta duración pues en el año 2000, el Tribunal Constitucional declaró que los tribunales chilenos no tienen jurisdicción para otorgar servidumbres a yacimientos mineros situados en Argentina. ¿Qué había sucedido? Trece senadores – Jorge Lavandero Illanes, Fernando Cordero Rusque, Julio Canessa R., Jorge Martínez Busch, Enrique Zurita C., Antonio Horvath K., Rodolfo Stange O., Beltrán Urenda, Jovino Novoa V., Marco Cariola B., Mario Ríos S. y la senadora Evelyn Matthei F.– firmaron un requerimiento de Inconstitucionalidad del Tratado Minero, patrocinado por el abogado Julio Stuardo González. Con este dictamen los ductos para transportar cobre argentino hacia los puertos chilenos del Pacífico eran inviables; la alternativa por el lado argentino, hacia el Atlántico, significaba un recorrido de más de 1000 kilómetros con lo cual los proyectos mineros argentinos dejaban de ser rentables. Este capítulo de la historia minera en Chile muestra el complejo tejido de influencias y corrupción que ha rodeado la penetración de las compañías transnacionales en Chile. Los mismos personeros que en un momento se declararon por la recuperación del cobre para Chile, se sirvieron de la Ley Minera 18097 o Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras (21 de enero de enero de 1982) dictada por la dictadura para mantener un estatuto de privilegio a las transnacionales mineras: ¡único en el mundo!; promulgaron la ley 18985, de junio de 1990, en la primera Reforma Tributaria de la Concertación, que aumentó el IVA, pero que, en la práctica liberó de impuesto a la renta a las mineras extranjeras. La misma Concertación dicta la Ley 19 137, que permite enajenar a las transnacionales los yacimientos de CODELCO que no se encontraban en explotación, en abierta contradicción con el DL. 1167 de la Junta Militar que prohibía la venta de concesiones mineras de CODELCO. Con esto la Concertación atentaba contra el proyecto proteccionista que la misma dictadura había aprobado el año 1976."
Jorge Lavandero (desde la CAS); Héctor Vega (desde Londres); Julián Alcayaga (desde Santiago). 5 de Enero de 2006. Cortesía www.ecoportal.net y www.virginia-vidal.com.En 2001, después de una defensa ferrea por parte del Senador Lavandero (ver senado.cl y las transcripciones de la Cámara alta de 2000) la nueva ministra de relaciones exteriores -del recien electo presidente Lagos- Soledad Alvear firma un tratado especial (Tratado de Pascua Lama) junto con el canciller de la Argentina Rafael Bielsa.Ese mismo mes pasa silenciosamente por la CONAMA el permiso de Cerro Casale, yacimiento de Placer Dome y ahora luego, de Barrick Gold Corporation. El rechazo, por parte de los senadores de la ultraderecha chilena, corresponde en parte a esa ideologia de 'protección de fronteras nacionales' embutido en un patriotismo poco racional. Pero también corresponde a la pelea constante entre los grandes conglomerados empresariales que operan dentro de Chile y que pueden ser chilenos, extranjeros o mixtos. En el caso del Senador Lavandero, se trata de otra cosa. Sus interminables intervenciones durante más de dos años (previos a la firma del Tratado) en el Senado expone dos puntos fundamentales; la abierta corrupción y los recursos estratégicos de Chile.
- El "puntaje" -que define los intereses bancarios de los prestamos internacionales al pais- incluye el nivel de corrupción existente. Chile es el pais que lejos, durante las dos últimas décadas,ha sido el más favorecido por sus supuestos 'bajos índices' de corrupción institucional. La corrupción no solo tiene un resultado directo y evidente sino además produce un clima de incertidumbre para los inversionistas y empresarios grandes lo que a su vez, genera inestabilidad. Desde luego, se puede incorporar los gastos y medidas necesarias para lograr un desarrollo favorable para los proyectos (contratación de agencias 'lobbistas' con relaciones cercanas con el poder ejecutivo y legislativo. Sin embargo, supone un ambiente desequilibrado ya que no todos son iguales ante la Ley y no todos operan bajo las mismas reglas.
- El Tratado Minero tiene dos objetivos; crear una zona geopolítica en que puedan operar las empresas mineras sin trabas mayores para la extracción y distribución de su producto, y entregar los derechos de los recursos a las mismas, para que puedan operar con eficiencia. Estos recursos son en realidad solo uno e infinitamente más importante que los minerales que se extraen. Nada menos el agua dulce que generan los glaciares y los rios que proveen con agua para la limpieza de los minerales. Ya en los años ochenta el Pentágono comenzó a emitir informes sobre las reservas de agua dulce en el mundo y su relevancia para la estabilidad global geopolítica y militar. En Súdamerica se encuentra dos de los cinco puntos escenciales para el funcionamiento del mundo; los glaciares de la zona Andina y la reserva de agua dulce de Paraná. Su nivel de pureza es alta y la protección (control) y exportación barata para las zonas del Norte es factible.El Senador lavandero apuntaba a esa reserva estratégica mundial que posee Chile (pais desértico por excelencia).
El tema de Pascua Lama fue incluido en los cinco puntos que parte del conglomerado PODEMOS le exigía a Bachelet. Tres de los puntos ya estaban incorporados en la propuesta de gobierno de la candidata mientras otro espera su aprobación en la cámara (ahora con mayoría sobre la derecha). Eso deja lo de Pascua Lama como el único punto por resolver. Ciertamente fue un guiño hacia los miles de jovenes que no participan ni pretenden hacerlo en algún partido pero que se movilizan a base de su consciencia socioecológica. El amplio rechazo, y el fracaso de la campaña publicitaria a favor de Barrick Gold Corporation, hacia Pascua Lama muestra una incipiente movilización de una parte de la sociedad que esta fuera de las cúpulas tradicionales de la política chilena. Es decir, ya existe la exigencia hacia el futuro gobierno y los electos diputados y senadores de 'jugar limpio'.
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