El Fín de los fines, o la decadencia de los mapucientos

ATENCION: ¡BACHELET PRESIDENTE!
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A 72 horas de los primeros escrutinios de las elecciones parlamentarias y presidenciales, ya queda claro (carrera corrida) de que Michelle será la próxima presidenta. Sin embargo, jamás ha sido facil ascender al poder presidencial en Chile. No es tanto la presión que se ejerce desde la banca derecha, o las de los empresarios fuertes, sino desde el mismo mundillo, el mundo de los partidos de la Concerta y sus afiliados, que distorsionan la implementación de las políticas públicas.

Fue durante los ochenta y noventa que la tesis del Fín (de la historia, de los metarelatos, de la ideologia, del arte, de la cultura, del modernismo, de lo moderno, etc.) avasalló con las columnas de opinión y las cátedras de la Academia. Todos quieran ser los primeros en denunciar la caida precipitada del Fín para asegurarse un espacio en los libros de la Relevancia. Los futuros lideres, los pensadores más importantes, mentes consagradas se peleaban la tinta y el papel para ostigar la audencia. Tal como duendes feos, y disfrazados de mensajeros de Cassandra, buscaban la luz de la televisón. En tonos graves anunciaban la despedida de una era histórica y la venida de otra, más propicia y más benefactora. En una ficción tenebrosa, quienes iluminaban la senda que se debía seguir, resaltaban sus conceptos; transición, cierre, perdón, y el Fín. Sus avales eran la participación (en momentos difíciles), y uno que otro cartón ganado en alguna universidad extranjera. Estos duendes mapucientos enredaban y tejían redes de poder, de incidencia e influencia.

Dias antes del accidente -que sufrió el comando de Bachelet y qué drasticamente cambió el escenario- apareció un artículo en ElMercurionuncamiente(en una avalancha de relaciones públicas y mensajes encubiertos) que exponía ‘los comandos paralelos’ para llevar adelante la posible segunda vuelta (que ya no es factible) y para estructurar -hasta en sus más mínimos detalles- los primeros 120 días de gobierno. Ya establecidos, esperan el momento preciso para su golpe de timón. Y se repiten los nombres; el diseño estratégico estaría en manos de Enrique Correa y Eugenio Tironi, las platas de la campaña a cargo de Oscar Guillermo Garretón. Todos duendes.

Llama la atención dos personajes poco queridos en Chile, Tironi y Correa (Haz click sobre nombres). Ambos ostentan sus propias empresas de comunicación y lobby. Ya un tanto venidos a menos, son exponentes de la famosa clase media chilena arribista. De esa, como decía la gran Amanda Labarca, que nunca ES sino siempre ESTAN. Es mundo que hoy rondea los sesenta años pero que no recapacitan en pensar qué quizás es tiempo de retirarse. Su plataforma construdia a base de 'Fines de todo', y las bondades del Consenso de Washington, ha demostrado ser errada. Tremendamente errada. Aunque insistan en que se acabó la UDI (Tironi, emol.cl 3/12) o la transición (Correa,FLACSO) su base ‘filosófica’ se encuentra en plena decadencia.

Es tiempo de anunciar -tradición chilenensis- el Fín de los fines. Y por lo mismo, el Fín de los duendes. Y no es solo por la edad avanzada sino por el mero hecho de que su era terminó ya que no cabe en la Historia una falacia más. No importará que tanto traten de ofuscar y meterse en los asuntos de los primeros 120 dias de Bachelet, ni tampoco cuanto se expongan en la prensa. Hoy la teoria se sumergen en la práctica, y veremos sí Bachelet es capaz de mantener los duendes en su casa. La moda del Fín cae por su propio peso. Todo lo que sube, deberá caer. Y no habrá curso de ‘Manejo de crisis’ que lo podrá solucionar.
Foto: Lo que queda de los mapucientos decadentes.