16.9.05

Amo al Presidente Lagos

(publicado en granvalparaiso.cl, sept-2005)
El Presidente Ricardo Lagos, qué duda cabe, será recordado en la Historia de Chile como un gran estadista. Un hombre leal a la patria y que nunca jamás sobrepuso sus necesidades personales por sobre las del pueblo chileno. Un profesor universitario que durante toda su vida luchó por los más desposeídos y quien nunca renunció a la gran tarea de crear un Chile mejor.

Tales razones me han impulsado ha expresar mi más sincera gratitud a él y a sus colaboradores que han dedicado más de una década al esfuerzo gigantesco de construir miles de nuevas oportunidades para los chilenos. Y que cite mal al Presidente Allende no importa porque sabemos que Lagos siempre sabe de que habla.

Conoce tan bien los laberintos del poder que fue promovido desde el Ministerio de Educación -pasando por el Ministerio de Obras Públicas- hasta llegar al anhelado sillón de la Presidencia. En su puesto, se dedicó a brindar oportunidades para todos y sin excluir a nadie por su etnicidad, situación económica o género. Con Lagos hemos estado en la cúspide de la civilización. ¿Quién hubiese pensado que en tiempos de la Independencia o en las décadas del nitrato, que los trabajadores y trabajadoras estarían tan bien como hoy?¿Y quién pudiera haber imaginado un presente esplendor que hoy gozamos? Sólo un gran estadista como el Presidente Lagos. Con él, la Presidencia se ha envuelto en un aura de honradez y majestuosidad que solamente, quizás, en tiempos de los reyes ilustrados de la vieja Europa haya existido. Por eso, quiero enumerar unos de los miles logros de los cuales debemos agradecerle;

1. Como Ministro de Educación impulsó una reforma de la educación que hoy tiene a los niños escolares a la merced de las políticas individuales de las municipalidades rezando el 'Padre Nuestro' sin problemas. Una reforma que también incluye a la educación superior en que miles y miles de estudiantes hoy pagan por una enseñanza estupenda y donde abunda la excelencia académica. Aristóteles estaría dichoso con tal resultado.

2. Como Ministro de Obras Públicas licitó un kilometraje enorme de carreteras (aunque algunas empresas quebraron, todo se solucionó) y aseguró que los transportes masivos (léase Ferrocariles del Estado) no fuesen tan necesarios como cuando se construyó la Patria. Gracias a él, tenemos hoy caminos que se pagan, pero con la seguridad que podemos siempre usar nuestros vehículos sin que se dañen.

3. Como Presidente siempre se preocupó por el medioambiente, tema tan poco desarrollado. Bajo su mandato se aseguró que las empresas debían emitir informes sobre su impacto en el agua, los bosques y el aire. Ha llegado a tal punto que se ha podido hacer desaparecer, en estos informes, cisnes de cuellos negros, glaciares completos y el problema del smog santiaguino, para nombrar algunas cosas. También logró que operen las pesqueras sin problemas de sobreexplotación o represas hidroeléctricas que inundan cementerios de tribus enteras.

4. Su papel en derechos humanos no es menor. Primero anunció el fin de la transición y luego el cierre del capítulo tan oscuro que fue la dictadura militar. El supo cómo manejar el asunto y se sobrepuso la Historia. Se dedicó a impulsar las miles de entrevistas con los sobrevivientes de las torturas y los familiares de los detenidos desaparecidos. Promulgó la instauración de un bono para quienes hubiesen sufrido tales abusos procurando que -con el pago debido- no se pudiera querellarse contra los abusadores. También, y quizás lo más importante, le devolvió "la dignidad" a las personas, demostrando así que solamente él tenía tal autoridad casi divina. Con la misma mano, emprendió en la posibilidad de indultar a los acusados. Hoy, a pocos meses del término de su gobernancia, queda expresado su anhelo universal de paz social y político.

5. Nunca pensando en sí mismo buscó aumentar la cultura chilena. Son tantos los 'carnavales y sismos culturales' que han ayudado a abastecer la sed de los chilenos de viajar por la senda de la cultura. El generalísimo Julio César siempre supo que el circo era lo más importante. Espectáculos que llegan de veras a la gente y que proponen distraer por un momento de la cruda realidad. Cómo no recordar que Andrés Pérez - el chico del teatro callejero- refaccionó Matucana 100 para que se pudiera instalar los hijos de los asesores de Lagos. Es un gran ejemplo de cómo ha operado la 'no política' cultural de Lagos. Siempre recordando los gestores culturales desamparados.


Son tantos los logros que no se pueden exponerlos todos. Sin embargo, queda la pregunta; ¿que hará Lagos una vez que abandone el sillón de la Moneda?.

Tengo sugerencias al gran estadista. La idea de promocionarlo para la Secretaría General de las Naciones Unidas parece un poco tardía por su edad avanzada. Crear un partido a estas alturas también es cosa poco apropiada. Chile no esta para más partidos. Por eso, recomiendo que se sumerja en el placer de escribir y de dar conferencias (que pagan muy bien) y que vuelva a dar clases en la Universidad de Chile Privada para que apoye y aumente la excelencia académica que tanto le hace falta. Y si tiene suerte, la evaluación docente no será tan dura con el. Después de todo, es el más grande estadista que ha tenido Chile. Y los estudiantes saben reconocer lo bueno.

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