30.6.12

Avivate CUT!


Se supone que después que Chile esté activado por una abrumadora revuelta social por más de 14 meses, los vivos de los sindicatos, al menos, estaban tomando nota. Pero no. No aprenden de los/as chicos/as más jóvenes del país que marchan incansablemente.

La cúpula de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores de Chile), organización que debe velar por los derechos de los/as trabajadores/as, prefiere negociar tras puertas cerradas y en secreto.

Un desgastado y pequeño lote de tercera edad desea convertir las elecciones de la CUT -programadas para 23 de agosto- en una clásica repartija de cuotas internas de poder, con el beneplácito de los partidos políticos. Nada raro. Es usual y su modus operandi. No conocen otra cosa.
Arturo Martinez (actual boss de la CUT) y la valkyria ministra Matthei
Según la presidenta de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam), Carolina Espinoza, para la elección de la CUT “no se exigen los mismos requisitos a un sindicato y a otro; que aparecen sindicatos de último momento con un padrón muy superior al que realmente tienen; que pagan menos meses que otros; que a algunos se les exige ponerse al día de una manera y a otros, de otra. Además, claramente hay falta de transparencia e información en los temas de tesorería, pero también de saber quiénes somos parte de la Central, cuánto pesamos cada uno y cómo vamos construyendo algo distinto”.

Sorpresa. Voto y fondos frescos.

Un nuevo reglamento de la CUT de enero 2012, sancionó a organizaciones de oposición a la actual conducción cupular, haciéndoles pagar 48 meses de cotizaciones, mientras que a otras sólo se les exigen 3. Como si fuera poco, se suma que no están disponibles los registros públicos sobre las finanzas de la CUT que perciben las cotizaciones.

En la actualidad, la CUT tiene escasa razón de existir tal como está. Cada año son menos los/as afiliados/as y miembros, sea por una tendencia mundial (el mismo sistema socioeconómico así lo dicta) o por lo poco seductora que resulta ser la misma CUT.

No obstante, está a plena vista que en la sociedad, existe una necesidad de encauzar exigencias en agrupaciones que sean aptas y receptivas, y que puedan actuar ante las demandas sociales.
CRISTIAN CUEVAS (de l@s trabajador@s del cobre y CRVS candidato a la CUT) Y GABRIEL BORIC.
Ambos guapos e inteligentes.
Foto robada de @bdeb
Así, por mucho que el mero concepto de 'sindicato' sea anticuado y poco moderno, qué y quién lidera la CUT importa para el presente y futuro del país. Siempre ha importado y por eso mismo, es revelador el papel que ha cumplido la CUT en una sociedad tan neoliberalizada como la chilena.

La elección dentro de la CUT no es universal, es indirecta. Cada organización tiene una ponderación distinta a partir del número de asociados y deben estar con las cuotas al día. Es decir, cada voto no vale ni pesa lo mismo, cosa que es claramente un escándalo y genera una centralización de poder en pocas manos.

Y tiene una razón política y económica. Para la casta política profesional y las grandes empresas, conviene que se pueda manejar a los sindicatos de Chile en una sola persona. Esa persona -en el caso chileno- es actualmente, Arturo Martinez.

Hoy, marchan chicos y chicas que son menores que el tiempo que Martinez está al mando de la CUT. Y otros 4 años más con Martinez, lo llevaría a batir el record de Jimmy Hoffa quien -antes de ser asesinado/'desaparecido' en 1975- mantuvo el puesto de ser el boss del sindicato más táctico de EEUU ('Teamster') por 13 años y eso que ya era demasiado hasta para la mafia.

Y da lo mismo si acaso Martinez es socialista (ahora) o MAPU (antes) o que la pelea sea a quién apoya el PC o el PS.

Si la CUT y el mero concepto de 'sindicalizarse' (agruparse para defender y exigir derechos) quiere tener un futuro en este Chile astuto y despierto, debe dejar de lado la tentación (siempre presente), de negociar entre cuatro gatos y paredes. Requiere de un profundo cambio interno rápido que se inicia con una elección transparente y pública (para evitar las suspicacias de fraude), padrones con cifras reales y no infladas (no estamos para juegos de centro de padres), exponíendo una visión de futuro y entendimiento de la situación real de Chile.

Algo así. Sindicatos al servicio de los/as trabajadores/as de Chile y no para empresas y políticos. No es mucho pedir.

Y es ilustrativo que los sindicatos, tales como Confusam, la Confederación de Trabajadores del Cobre y la Confederación Bancaria entre otros, sean justamente organizaciones que figuran en las industrias que más ganancias reportan en Chile (y que menos impuestos pagan). Los bancos superaron 3 mil millones de USD en ganancias (en 2011) y la gran minería 30 mil millones de USD y ni hablar de las ISAPRES...

De pronto, la elección en la CUT es una radiografía de cómo se anticipa la posible segunda etapa de la movilización social en Chile.

No es extraño que se prefiera mantener el status quo (por ejemplo, la actividad de las ISAPRES en desmedro de la salud pública o la extracción de minerales estratégicos sin mucho drama) en vez de reconocer que el poder mismo de los/as trabajadores/as en cada sector es -factiblemente- la herramienta más adecuada para enfrentar y acoger las demandas sociales.

Con todo, es responsabilidad de esos pocos que negocian la jefatura de la CUT hacer lo correcto. Si se le hace dificil, solo basta con recordar Hoffa y para quién trabajaba...

O tal como dijo el mismo Martinez al juntarse con la Ministra del desalojo Trabajo Matthei: "vamos a dialogar con respeto y franqueza con la ministra Matthei. Hay espacios para concordar y espacios para estar en desacuerdo, pero lo que está claro que avanzar es mucho mejor que quedarse pegados en temas del pasado".

Nota 30/6/2012: FENPRUSS se restó de participar en las elecciones por no ser transparente. Lea más aquí.

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