29.5.11

Libro: I.P

En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el Mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el Mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el Tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y los Inviernos. En los Desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.
Suárez Miranda: Viajes de varones prudentes,
libro cuarto, cap. XLV, Lérida, 1658

3 comentarios:

Tomás Vivanco dijo...

muchos mapas inútiles tienen los poderosos, se quedan pegados en imperios que juraron tener. Los mapas son para conquistar, no para mantener. ;D

Ulschmidt dijo...

el cartógrafo Jorge Luis ! "Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbaq..."

Tomas Bradanovic dijo...

No lo había leído y cuando lo ví acá pensé que era un plagio a Borges jaja, casi comento una burrada, lo de Urbaq me llevó a googlear