CHILE 2009: El otro impuesto chileno

Cuentan las malas lenguas de la familia de las Curvas que por un lado, en el norte chico la bisabuela (una habil comerciante) perdonaba las deudas de los pirquineros con tal que fueran a votar por un joven médico mientras por otro, en el sur, si el candidato radical no 'iba ganando' se robaban las urnas con lazo. Y hasta ahí quedaba el asunto.

Pocos recuerdan que recién en 1970, los analfabetos podían votar en Chile, el famoso país con la "democracia sostenida" más larga de Latinoamérica. Duró poco, como todos sabemos. En 1980, se instala la Constitución escrita entre cuatro paredes.

Basicamente, sumando y restando, la democracia chilena tiene pocos años de vida.

Las trampas para ir a votar o sufragar si se quiere, siempre ha sido la forma más fácil pero menos elegante para impedir que los ciudadanos ejerzan su derecho.

En EEUU, otra cuna de la democracia, el mítico POLL TAX era nada menos que un impuesto que se requería pagar antes de poder registrarse para así poder votar.

Después de la Guerra Civil, se instauró la Emienda 15 en 1870 que prohibe a los gobiernos de EEUU negar el derecho a voto de un ciudadano basado en "su raza, color o condición previa de esclavitúd" lo cual siginificó que hasta ex esclavos podían votar y ser electos a diferentes cupos. Cosa que sucedió...

La cosa no gustó en los estados del Sur donde la mayoría no exactamente se veía representada por los dueños de las plantaciones. Por eso mismo, se instauró 'requicitos' de alfabetismo probado y el POLL TAX a finales del siglo 19, algo que perjudicó a los pobres directamente.

El resultado fue que la gran mayoría de la población no podía acudir a las urnas y fue solo en 1964 -tras una larga lucha por los derechos civiles- que se ratifica la Emienda 24 que prohibe cualquier tipo de POLL TAX en las elecciones. El presidente Lyndon Johnson dijo entonces que "no puede existir nadie demasiadamente pobre para votar."

Sacamos esto del baúl de la Historia porque ya en 2005, Aucán Huilcamán Paillama intentó ser candidato a la Presidencia pero fue rechazado al NO CONTAR CON LAS FIRMAS "SUFICIENTES" PARA PODER INSCRIBIR SU CANDIDATURA.

En Chile, la democracia más larga de Latinoamérica etc. ocurre lo siguiente:

Si un mortal cualquiera (digamos las Curvas), con sangre en las venas y no acido circulando de algun partido político, quiere probar su suerte en la carrera por la Presidencia, debe no solo juntar firmas -es decir, convencer a personas dispuestas de apoyar a su candidatura- sino además, mandarlos a la notaría más cercana donde -ese mismo pobre firmante- debe pagar al notario por el registro de su firma.

Pero no solo eso...

El firmante no puede ser miembro de algun partido y debe estar inscrito en los registros electorales...

El mínimo de firmas necesarias para presentar una candidatura son 36.000. No suena a mucho pero si eso se multiplica por el precio aproximado de 2000 pesos chilenos (serían casi 4 dólares), la suma es de 72 millones de pesos.

Todo sin agregar el costo de movilización del firmante inocente ni el tiempo productivo (o sea, horas no trabajadas) que pierde...Cualquier humano que haya observado la levedad de una notaría sabe que no es un lugar para pasar la vida al menos que no vaya a la oficina en Vitacura que casi siempre está empty por obvias razones de Uptown.

La ley establece que el candidato no puede pagar las firmas en la notaría de su bolsillo ni tampoco ofrecer viajes y comidas suculentas a cambio.

Cuento corto: En Chile prevalece un POLL TAX que impide la libre competencia y las posibilidades de que cualquier ciudadano pueda apoyar candidaturas sencillas.

Curioso. Las Curvas pensábamos que Chile es el país con la democracia más larga sin interrumpir en Latinoamérica. Bueno, igual la situación corresponde a una Constitución que no exactamente fue visada por un estamento legal. Y corresponde a un legado anti democrático tan MADE IN CHILE que hasta ser tratados como los pobres del Sur de EEUU es dado como algo normal.