18.11.08

Foxley: el ministro infeliz

Ay, tan chileno que es nuestro ministro de relaciones exteriores. A pito de nada que tenga que ver con asuntos internacionales o diplomácia a secas, figuraba, en el venerable Banco Interamericano, hoy analizando la infelicidad del continente.

Es que el BID publicó un estudio (entrevista a 40.000 personas) con el título "Desarrollo en las Américas: Calidad de Vida: Más Allá de los Hechos" que muestra que paises que han experimentado un crecimiento económico acelerado en los últimos años, se encuentran menos satisfechos con sus vidas que los ciudadanos que viven en países con tasas más bajas de crecimiento.

Siempre hemos pensando que Foxley se equivoco de ministerio y de gobierno y de país. Sin embargo, con su performance en el BID, demostró que es un sudaca cualquiera y se envisiona como un sociólogo excelente.
Exponiendo su veta economista al tacho y haciendo caso omiso a su paso por el ministerio de hacienda de Chile, Foxley sentenció que se evidencia que cualquier discurso político que pone demasiado énfasis en el termino de las desigualdades esta equivocado, porque lo que la gente quiere por sobre todo que se produzca movilidad en su vida y la de su familia.

Dicho esto, se lanzó con la teoría de las '3 paradojas' para explicar el "fenómeno".
La primera sería que "las políticas óptimas pueden traducirse en resultados subóptimos e incluso deficientes" donde la formulación de políticas públicas se convierte en un factor clave. Uno puede tener políticas subóptimas que tengan resultados mejores que políticas publicas que no fueron implementadas en un proceso adecuado, esto es tomando en cuanto los actores y los acuerdos a considerar.

La segunda es que en países que crecen poco, y donde los ingresos no son muy altos, la gente se contenta con poco.

Y la tercera sería "la paradoja del crecimiento infeliz". Los países crecen muy rápido y tienen un aumento rápido de ingresos, pero el índice de la percepción de cómo le va a la gente es más bajo porque las expectativas son altas sobre la calidad de vida y aumenta las fuentes de vulnerabilidad e inseguridad.
Como chileno, Foxley sabe de qué habla.

Chile figura casi último (Haiti en esto la lleva, por razones obvias) en todas las encuestas.
Percepción sobre la salud propia y el sistema de salud nacional: penúltimo
Percepción sobre la educación: a 5 paises de ser últimos
Percepción sobre el propio empleo y políticas para crear empleo
y Percepción sobre la vivienda y el mercado de la vivienda: a 4 paises...

Según dice el estudio (página 34), todo esto se explica porque "dentro de América Latina y el Caribe, Costa Rica, Guatemala y México se destacan como culturas optimistas que tienden a reportar altos niveles de satisfacción en todos los aspectos de sus vidas, mientras que Chile, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago tienen una cultura más precavida en sus juicios..."

Chile -en el Indicador de sesgos culturales (que son variables de 'satisfacción personal')- casi no registra puntaje...y es, último nuevamente en optimismo ("Chile es casi tan pesimista como los países de Europa del Este", página 28).

O sea, estaríamos entre Perú y Bulgaria...en temas de satisfacción.

En todo caso, es curiosa la soltura de cuerpo del buen ministro. Trata el tema como si acaso fuera una cazuela de conceptos: el discurso político, las políticas públicas, la infelicidad y el individualismo serían todos parte de un mundo del crecimiento económico...

O leyó too much Marx o intenta (se percató del paro nacional en Chile) que debe justificar los fundamentos del sistema económico que el mismo renovó cuando fue ministro de hacienda (1990-1994) y luego como senador en la Comisión de Hacienda (1998-2006).

Si solo se sacara el famosito concepto de 'crecimiento económico' de la tabla, Foxley quedaría desnudo. Y más contento.

Pero, como buen chileno, aspira a mucho más que lanzar libros en su antigua pega.

En Washington DC, también declaró que "nos habría gustado estar allí [G-20] porque tenemos una experiencia que poner sobre la mesa"...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces el transantiago se entiendo de acuerdo a la paradoja número 1, según el ministro.
Alex.

axolotl dijo...

oye, im-pre-sio-nan-te... se nota que su libro de cabecera es el diccionario del diablo, de Bierce. notabilisimo!

parafraseando a un político que ya no recuerdo, propongo crear el plato Foxley (ex plato Vidal), consistente en criadillas, locos, patas, lengua y buche.

a ver... si estamos ultimos o casi en la percepción de todos nuestros derechos, eso quiere decir que estamos la raja ("lo estamos pasando muy bien! yeah yeah yeah")

eso quiere decir, en suma, que deberíamos seguir empeorando todo para estar mucho mejor. great!

"Chile es casi tan pesimista como los países de Europa del Este" naturalmente, eso se debe a una cosa genética, no? a una cosa del clima donde nos tocó habitar, naturalmente... no a los ladrones, corruptos y estafadores que tenemos la desgracia de soportar diariamente. obvio.

el hombre demuestra una visión política señera, casi equiparable a la de ominami, moreira, lagos o navarro.

socióblogo dijo...

No veo nada tan original; que los procesos de modernización producen desajustes y malestar lo sabemos desde El antiguo régimen y la revolución, de De Tocqueville, quizá desde antes. El 'crecimiento infeliz' no es necesariamente un disparate.

Montserrat Nicolás dijo...

alex:
en realidad, todo lo que haya hecho el gobierno MENOS LA GESTION DE FOXLEY...entre en la 'paradoxa' uno.

axo:
"eso quiere decir, en suma, que deberíamos seguir empeorando todo para estar mucho mejor. great!"

no se puede decir mejor.

mr. pop:
usted bien sabe que no es nada nuevo bajo el sol de las estadisticas...sin embargo, again, entraríamos en la discusión sobre qué es la MODERNIDAD...

el concepto de "crecimiento economico" NO es modernidad. es solo un concepto apológico...para justificar un cierto sistema social.

saludines

José Ortega Miranda dijo...

y bueno, tratar de explicar por qué un sistema que privilegia el crecimiento económico, y que de paso para eso instale una cultura basada en el éxito, el consumo y el individualismo y que promueve el logro de la felicidad mediante estos 'valores', esté generando percepciones contradictorias en torno a los índices de satisfacción con la vida... claramente es un desafio, aún para Foxley, y para quién no? pues, cómo explicar que comunidades con menos crecimiento pero más protección social, más identidad comunitaria, menos consumista y ciertamente más lúdica, se sientan mejor que un conjunto de individuos, con trabajos banales y mal pagados, llenos de frustraciones, stress, deudas, mala salud, formación educacional deficiente, y sin acceso a todo lo que el sistema ofrece a través del consumo.

Es una paradoja que aquellos que nos han instalado este modelito nos deben claramente explicar...

Saludos y felicitaciones por el blog

socióblogo dijo...

Modernidad es más amplio que crecimiento, pero que el crecimiento económico tiene que ver con la modernidad es innegable (y si no, habría que mandar a las curvas a releer a Marx)

Montserrat Nicolás dijo...

sr. miranda:
uf. esas explicaciones serían pura ficción. eliminar a priori la razón por su propia existencia, no es muy común. igual, quién se atreve?

mr.pop:
nope.
el crecimiento económico (como concepto) es bieeeen antiguo. tanto así, que ni se asomaba la modernidad propiamente tal.

o sea, si A es anterior a B, bien dificil que B sea la causa de A...

no leemos a marx. you know that.

saludines

Tomas Bradanovic dijo...

No son ideas muy nuevas pero tan aceptadas en economía que tienen olor a lugar común.

Es "second best" es bastante obvio, una versión engolada de nuestro criollo "peor es na"

Que mientras la gente más tiene más desea y que si se lo regala el fisco más le exige al fisco también es ampliamente conocido. De hecho así se ganan elecciones, primero se acostumbra a las personas a depender del fisco, igual como mendigos y luego se le ofrecen más cosas antes de cada elección.

Aumento de sueldos, cada vez más prestaciones de salud, pensiones a los que nunca han ahorrado un cinco, deudas habitacionales que nunca se pagan, educación gratis hasta para los tontos, bajando las exigencias para no perjudicarlos. Así se crea una sociedad de mendigos convencidos que están llenos de derechos.

Perón lo hizo con éxito hace décadas y convenció a su pueblo que por haber nacido argentinos tenían derecho al bienestar material, por eso están como están y el peronismo sigue fuerte.

En el mismo USA los créditos dulces avalados por Freddie y Fanny, es un truco que han aprendido los políticos en todo el mundo