11.9.07

¿Qué hacer con el Once?

El Once chileno no se parece al Once de Nueva York.
El Once chileno es un Once rasquieli, de la calle, sucio y golpeado, caótico, rabioso, elevado, ardiente, musculoso y sudado.
Es de los perros vagos, de las banderas deshilachadas y del caminar.
Es de mujeres con rostros cansados de gritar, de esperar, de esperar y esperar.
Es de los discuros grandilocuentes y una estatua mal hecha.
Es de un edificio que se hizo pensando en chilenos de menor talla, más pequeños y no tan bien alimentados.
Es de las fuerzas del orden, de las constantes cuñas de las autoridades, de los reporteros exaltados y los fotógrafos mal tratados.
Es del estudio de la tele que en la noche da un "resumen informativo" sin reirse de si mismos.
Es del día del año cuando el mundo se olvida por un segundo de la impecable "imagen país" y vuelve a recordar al dictador y a sus víctimas.
Es el más grande ejemplo del circo pobre, con sus payasos, sus ponys y sus vendedores ambulantes.
Es otro día más para quienes juegan el juego de la avestruz.

Es también el día que se recuerda la palabra DE-MO-CRA-CIA mientras (sin tapujos) se llena de nuevas lágrimas a los ojos de quienes esperan, esperan y esperan...cuando se castiga con bombas, las cruces de los caídos, como si hablaran, como si acaso una cruz habla si solo se la aterroriza con ganas.

Foto: Patio 29 con gases importados lacrimógenos/Yahoo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

... es que... solo son sintomas... ¿donde estan las verdaderas causas, por que se demuelen dos edificios que ya estaban desahuciados por los inspectores y por que se les castiga a los pueblos por querer realizar sus sueños de independencia? en tiltil lo mataron