20.6.06

PREMIO TARROS DE LAS CURVAS

Disculpanos, queridoslectores. Permiso, y bueno sin ni siquiera anunciar la candidatura del venerable diputado, y unánimemente celebrado en la noche de ayer, las Curvas en su potestád de la máxima sabiduría ha decidido otorgarle el PREMIO TARRO al Julio Dittborn.

Un aplauso cerrado por favor, y tomen asiento.

Repasemos las buenas obras del señor. En el servicio público, su gran actividad lo ha elevado a la Presidencia de la UDI (1989-1992) para luego lanzarse a diputado eximio en 1997 (Distrito 23-Comunas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea) sillón que aperna hasta el dia de hoy.

Como nuestro diputado (las Curvas habitaba por esos lados) nunca se vio mucho, cosa que se agradece. Sus cejas oscuras nos tenía desconcentradas al no coordinar con el pelo gris.

Es de la generación que se metió en la Cato en plena UP para luego, con beca of course, partir a Chicago y sacar su maaaaster. Maneja una camioneta grandota y gusta de la buena cocina pero se cuida.

O sea, come y maneja. Signo de inteligencia superior. Pero eso no basta para merecer el PREMIO TARRO. No, queridos lectores, hay mucho más. Su calidad humana y preocupación por las tradiciones venerables del país lo hace lejos unos de los grandes portadores del estandarte de LAS BUENAS COSTUMBRES CHILENAS.

Cansado de gastar 20 lucas a la semana (notemos que el sueldo mínimo en Chile es casi cinco veces esa cantidad), y confundido al pensar que echa bencina a su estanque, agrupó sus amigos (igualmente preocupados por la calidad de vida santiaguina y las constantes alzas en el valor de las bencinas) y declaró lo siguiente:
“Este es un impuesto que, como ustedes podrán ver, a una persona de clase media que semanalmente le hecha 20 mil pesos de bencina a su vehículo, le significa en el año pagar casi 450 mil pesos sólo en impuestos, medio millón de pesos que cree que se los echó al estanque, pero que en realidad se los tuvo que pasar al fisco, es por eso que nosotros queremos firmar un compromiso con los ciudadanos que han liderado esta causa y comprometer nuestro apoyo a cualquier proyecto que permita la eliminación de este impuesto, que ha sido triplicado en el monto que tenía desde la época en que se estableció”.
Su inocencia en materia de los alcances mundiales del petroleo y sus orígenes, en que Chile nada tiene que ver, lo hace un ejemplo de quijote chilenensis que refresca la escena política nacional.

Además, y no menos importante, eligió el lugar de la convocatoria de bocinazos FUERA DE SU DISTRITO, lo que resguarda a sus votantes del boche insoportable. Nuevamente, un hombre creativo.

Baquedano o Plaza Italia es el lugar perfecto a las 7 de la tarde. Hay un taco que no se mueve y destroza los nervios de cualquiera. Su idea es básica pero genial. A los conductores aburridos no hay nada como un poco de actividad que no exige mucha destrezas. Apretar o pulsar la bocina.

Para el diputado Dittborn, esto no solo es una muestra de activismo social sino además, una señal de la sociedad civil pacífica. Bello, ahora que los partidos no le mueven un nervio a nadie y no hay nada como el populismo, o la movilización de masas ‘a la floja’.

El diputado se hace más famoso, cosa que se merece, y se mostraba extático al decir: "Estoy muy contento, la gente reaccionó muy bien con los bocinazos", sostuvo el parlamentario, quien aseguró que "este es un tema de interés ciudadano", lo que a su juicio incentivó a los choferes a unirse espontáneamente a la manifestación pacífica.

Los automovilistas, que circulaban por la plaza ayer, hicieron sonar sus bocinas por MEDIA HORA nada menos. Todo un éxito.

Y ahora, el diputado quiere que se expanda la iniciativa a todos los dias sin importar dónde uno se ubica en el taco interminable.

Por todo esto, y POR REVIVIR TAN ELEGANTEMENTE LA TRADICION DE LAS AMAS DE CASA DE LOS SARTENAZOS, OLLAZOSOS, Y OTRAS MANIFESTACIONES EN CONTRA DE LA UP Y ALLENDE, el PREMIO TARRO de las Curvas se otroga inso facto a Dittborn.

Otro bocinazo please, y se levanta la sesión que ni en Vitacura, Washington o La Dehesa se escucha el ruido.

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