29.12.05

La estupidez de Moreno (para SJANS)

A mi me encanta cuando los llamados ‘filosofos’ se salen del libreto. Me siento en las escaleras de la Agora para ver el espectáculo, que desde luego, siempre da pistas del nivel de conocimiento que posee cada orador. Esta vez le toca al Dr. Fernando Moreno V., que no tiene problemas en mezclar ‘la estupidez humana’ con elecciones de diferentes naciones en diferentes momentos históricos. Opinó que sería una “estupidez” que los chilenos prefirieran a la candidata presidencial de la Concertación Michelle Bachelet por sobre su abanderado (Piñera).
“yo estoy haciendo un juicio que a mi me parece objetivo, fíjese que eso de la estupidez, cuatro siglos antes de Cristo, incluso aparece en la Biblia: ´la tontera es lo que más abunda en la especie humana,`... es un dato objetivo (…) eso lo vemos en muchas partes, y de muchas maneras, yo también puedo decir que el pueblo alemán es un pueblo estúpido en su elección de (Adolf) Hitler en 1933, yo estoy convencido de eso, que es una estupidez máxima la que cometieron en elegir a Hitler”.
Vale decir que el señor en cuestión no es solo autoprofesado ‘amigo personal’ del actual papa alemán Ratzinger sino también íntimo de Jorge Medina, jefazo del Vaticano. Bueno, el ambiente esquizofrénico de la política chilena fue hace pocos dias interrumpido por una denuncia de la supuesta existencia de ‘hijos del diablo’ por parte un alcalde de la Alianza. Se refería al ex presi Lagos y la candidata Bachelet por el solo hecho de ser ateos (masón e hija de masón respectivamente). El alcalde no tiene mayor peso ‘intelectual’ por lo que el señor Montero (lider del grupo ‘humanista cristiano’ del Piñera) retomó la batuta, de volcar la atención massmediática hacia la cuestión de ‘valores’. Y no cualquier valor, sino ese que da la fé apostólica católica romana, y todo que eso implica. Algunos inocentes pensarán que es tema que raya a la senilidad reaccionaria, eso de andar elevando tópicos un tanto añejos y propios de la edad de la Inquisición. Sin embargo, la potencia -que significa polarizar el pais en dos grupos (los creyentes y los “otros”)- ya tuvo resultados positivos en EUA. Pero por estos lados, fue un arduo trabajo de décadas que obligaba a cada votante tomar posición antes de votar, y que al final definía su identidad. No es un tema sexy, pero en Chile no importa ya que más de 2 millones de jovenes no pueden votar ni tampoco les interesa mucho quien dicta las leyes del pais. La realidad de Chile (se estima 200.000 abortos anuales y cientos de miles de embarazos adolecentes que destruyen el útero) es más caótica. Si bien el candidato de PODEMOS llamó rapidamente a votar nulo, y así tratando de blindar a Bachelet de la acusación de ‘izquerdisación’, y que el partido ‘cristiano’ por excelencia (DC) se haya “cuadrado” con la candidata, el solo hecho que Montero pueda igualar y hasta comparar la elección de Hitler con una futura de Bachelet, expone con qué armas se maneja la política en Chile. Matices tan tenues confunden a los votantes y Moreno puede darse el lujo de acusar a la mayoria de ‘estúpidos’. En el sentido real y ni literal. Es que en Chile la esquizofrenia es tan avanzada, -me refiero a que las diferencias entre los dos candidatos casi no existe o es menor-, lo que obliga que en el cuerpo de uno se exprese con dos máscaras distintas. Aunque esten bien pintadas, son máscaras igualmente. Y detrás no hay definición clara.

Si volvemos al tal Moreno –declarado especialista en Maritain- este mismo se contradice (algo repetido entre los ‘filosofos’ chilenos) lo que es lo más soculento. Cómo era de esperar, Moreno gusta de utilizar conceptos grandilocuentes. Señala que el derecho a la honra prima en cierto modo por sobre el derecho a la información, fundamentando esto en que es necesario preservar la identidad de la persona y de esta manera a la persona misma. Según Moreno, la honra supone el bien, proteger lo bueno de la persona (objeto que causa la honra), lo que significa que el derecho a la honra trata de preservar las virtudes que hay en la persona humana. Por eso, en el caso de una información que delate un vicio de una persona, que sin embargo es honrada porque se le supone la virtud contraria, esa información sería positiva hasta purificadora, pero si la información es mentirosa existiría una deshonra sin justificación. El derecho a la información se fundamenta en el derecho natural del ser humano a buscar la verdad, su importancia deriva de que el hombre tiene en la verdad su alimento más propio, es parte de la formación del hombre, puesto que, según Moreno, nadie se forma sino en la verdad (es decir, en Dios). Ambos derechos se relacionan con la justicia, como darle a cada uno lo suyo, respeto a la honra y a la debida información.
"La información es hoy en día condición para la justa participación, así los gobernantes tienen que estar informados para ejercer su función gubernamental y los gobernados tienen que estar informados para poder participar en lo que les corresponde y controlar a quienes gobiernan."
En todo caso, la virtud de la prudencia es fundamental en el sentido de dosificar la información, porque según el autor, hay un momento en que la cantidad misma de información perjudica el servicio al cual debe estar destinada. (Fernando Moreno Valencia: “Consideración Filosófica del Derecho a la Información y a la Honra”. Revista de Derecho. Universidad Católica del Norte, año 5, 1998. Síntesis; Claudia Alejandra Nash Lavín. CONFLICTOS Y JERARQUIAS DE LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES:Memoria, Universidad de Chile. 2000)

Pero Moreno también gusta de desentrañar el concepto de la "utopía". Sí bien, y desde Platón, la utopía correspondía a un “ejercicio de la razón especulativa” fue a partir de s. XVIII que se convierte primero, en una exigencia política la que se pretende poner en práctica pero "sin recurrir al instrumento adecuado para ello" y luego en un momento que llevará hacia ‘la muerte de lo divino’. Es nada menos el levantamiento del pensamiento utópico que invoca la ciencia en contra de las mismas utopías. Es esta utopía "ideología y dialéctica" (Marx of course) que destaca la primacía de una praxis que concibe al hombre como idealmente objetivado, olvidando su subjetividad y dando origen a una visión que privilegia lo político por sobre todo otro criterio axiológico. Es, según Moreno, la creación de criterios ideológicos basados en la violencia para lograr la "liberación" o la "verdad histórica". Su origen estaría en en su centro antropocéntrico del pensamiento moderno que diviniza al hombre y humaniza a Dios.

O sea, si ‘nadie se forma sino en la verdad’ pero con el resguardo de que la información negativa sobre ciertas personas es ‘imprudente’, y no prima –según Moreno- la ‘cantidad’ de datos por sobre la legalidad del asunto, estaríamos ante un escenario altamente ‘objetivo’ y no -como quiere él- subjetivo. Dicho en otra manera, Moreno realmente cree que es más importante y divino estar en plena subjetividad (y nos imaginamos orando) que buscar que se implementen las leyes del pais. Esto último, que deriva de los derechos constitucionales en cada pais, en palabras de Moreno, sería la ‘estupidez’. Y así, me alejo -por ahora- de la Agora aburrida de Chile mientras Moreno, con un fósforo mojado, intenta de prender la hoguera.

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